jueves, 4 de noviembre de 2010

La Percepción Artística II

Les propongo que le echen una mirada a esta entrevista al artista argentino contemporáneo León Ferrari. Expresa y sintetiza el asunto de la percepción artística y la automatización perceptiva que discutimos en clase. Cabe resaltar que León Ferrari es muy claro en su análisis y en su propuesta de texto, significante y significado.

Pulsen aquí para biografía de León Ferrari: http://www.leonferrari.com.ar/



Y ahora miren este cortometraje y saquen sus propias conclusiones!!
Hasta el lunes, Carol Yordanoff


lunes, 1 de noviembre de 2010

Autorretrato literario

Habitantes del Taller Pedagógico I, he aquí la clase que por cronogramas y otras disputas con Chronos no podremos tener personalmente. De todas maneras estaré allí el 1 y el 8 de noviembre para consultas, entrega de prácticos y referencias para el trabajo autorreferencial.
Seleccioné seis autorretratos literarios (Neruda, Borges, Ramos, Almodóvar, Parra y Ponce), una pequeña reseña biográfica de cada autor, y una serie de preguntas guías sobre los autorretratos y también para que continúen la elaboración del trabajo final.
Saludos escritos,
Carol Yordanoff

Autorretrato de PABLO NERUDA

Por mi parte soy o creo ser duro de nariz,
mínimo de ojos, escaso de pelos en la cabeza,
creciente de abdomen, largo de piernas,
ancho de suelas, amarillo de tez,
generoso de amores, imposible de cálculos,
confuso de palabras, tierno de manos,
lento de andar, inoxidable de corazón,
aficionado a las estrellas, mareas, maremotos,
admirador de escarabajos, caminante de arenas,
torpe de instituciones, chileno a perpetuidad,
amigo de mis amigos, mudo de enemigos,
entrometido entre pájaros, maleducado en casa,
tímido en los salones, arrepentido sin objeto,
horrendo administrador, navegante de boca
y yerbatero de la tinta, discreto entre los animales,
afortunado de nubarrones, investigador de mercados,
oscuro en las bibliotecas, melancólico en las cordilleras,
incansable en los bosques, lentísimo de contestaciones,
ocurrente años después, vulgar durante todo el año,
resplandeciente con mi cuaderno, monumental de apetito,
tigre para dormir, sosegado en la alegría,
inspector del cielo nocturno, trabajador invisible,
desordenado, persistente, valiente por necesidad,
cobarde sin pecado, soñoliento de vocación,
amable de mujeres, activo por padecimiento,
poeta por maldición y tonto de capirote.

Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto(Parral, 12 de julio de 1904 – Santiago de Chile, 23 de septiembre de 1973) conocido por el seudónimo y, más tarde (1946), el nombre legal de Pablo Neruda, fue un poeta y militante comunista chileno, considerado entre los mejores y más influyentes de su siglo, siendo llamado por el novelista Gabriel García Márquez "el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma". También fue un destacado activista político, siendo senador de la República, integrante del Comité Central del Partido Comunista y precandidato a la presidencia de su país. Entre sus múltiples reconocimientos destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971 y un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford.


JORGE LUIS BORGES

"Borges y yo”

Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Seria exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páinas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mi podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro.
No sé cuál de los dos escribe esta página.



Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 – Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y en el pensamiento humano, ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones, trasciende cualquier clasificación y excluye cualquier tipo de dogmatismo.

Borges ofrece -a través de la perfección de su lenguaje, de sus conocimientos, del universalismo de sus ideas, de la originalidad de sus ficciones y de la belleza de su poesía- una obra que hace honor a la lengua española y la mente universal.

Ciego a los 55 años, personaje polémico, con posturas políticas que le impidieron ganar el Premio Nobel de Literatura al que fue candidato durante casi treinta años, Borges siempre soñó con que la posteridad le perdonara sus errores y le concediera la gloria de que se lo recordase por sus mejores textos.



GRACILIANO RAMOS

"Autorretrato a los 56 años"


Nació en 1892, en Quebrangulo, Alagoas.
Casado dos veces, tiene siete hijos.
Altura 1,75.
Zapato nº 41.
Cuello nº 39.
Prefiere no andar.
No le gustan los vecinos.
Detesta la radio, el teléfono y las campanillas.
Tiene horror a las personas que hablan alto.
Usa gafas. Medio calvo.
No tiene preferencia por ninguna comida.
No le gustan las frutas, ni tampoco los dulces.
Indiferente a la música.
Su lectura predilecta: la Biblia.
Escribió Caetés con 34 años.
No le concede preferencia a ninguno de sus libros publicados.
Le gusta beber aguardiente.
Es ateo. Indiferente a la Academia.
Odia a la burguesía. Adora a los niños.
Los novelistas brasileños que más le gustan: Manoel Antônio de Almeida, Machado de Assis, Jorge Amado, José Lins do Rego y Rachel de Queiroz.
Le gustan las palabrotas escritas y habladas.
Desea la muerte del capitalismo.
Escribió sus libros por la mañana.
Fuma cigarrillos "Selma" (tres mazos por día).
Es inspector de enseñanza, trabaja en el Correio da Manhã.
A pesar de su fama de pesimista, no está de acuerdo.
Sólo tiene cinco trajes, estropeados.
Rehace sus novelas varias veces.
Estuvo preso dos veces.
Le resulta indiferente estar preso o libre.
Escribe a mano.
Sus mayores amigos: Capitán Lobo, Cubano, José Lins de lo Riego y José Olympio.
Tiene pocas deudas.
Cuando fue alcalde de una ciudad del interior, soltaba a los presos para que construyeran carreteras.
Espera morir con 57 años.

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El escritor brasileño nació en Quebrangulo, Alagoas State, el 27 de octubre de 1892, viviendo la mayor parte de su vida en la región desértica de Pernambuco, frecuente protagonista de sus obras. Cuando era un niño, su familia se trasladó a la ciudad de Palmeiro dos Indios, donde su padre regentaba una tienda. No pudo terminar la educación secundaria. Descubrió por sí mismo las novelas naturalistas de Émile Zola, Gorki y Jose Maria de Eça de Queirós, que tanto influirían en su propia obra. En 1914 se trasladó a Río de Janeiro, donde trabajó como corrector de estilo en varios periódicos. Cuando volvió a su ciudad natal, la peste había acabado con muchos miembros de su familia y tuvo que ponerse a trabajar en el comercio de su padre. Poco después se casó. Tras la muerte de su primera esposa, volvió a casarse, poco después publicó su primera novela, Caetes (1933), y fue nombrado director de Instrucción Pública en el Estado de Alagoas. En 1936 fue encarcelado por razones políticas, poco antes de la dictadura de Getúlio Vargas, y desterrado a Río de Janeiro, acusado de comunista. Ese mismo año aparece su novela Angústia. En 1938 se publica Vidas secas, basada en el drama existencial de las personas nororientales brasileñas. El año siguiente fue nombrado Inspector Federal de Educación Secundaria en Río de Janeiro. Después aparecieron libros como Histórias de Alexandre (1944), Infância (1945) y los cuentos de Insônia (1947). En 1951 fue elegido presidente de la Asociación de Escritores Brasileños. Murió de cáncer, en 1953, poco tiempo después de viajar a la Unión Soviética


Autorretratos de PEDRO ALMODÓVAR

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"Hace mucho tiempo que me hago autorretratos, son solo para mí, para ver el paso del tiempo, para hablarme a mí mismo de la soledad. Sí, aunque suene así de cursi. El caso es que en todos los hoteles a los que voy me hago una fotografía frente al espejo. Es un ritual de película de arte y ensayo, lo sé, pero me gusta hacerlo. es curioso que en el cine huya del naturalismo y, en cambio, me interse tanto en la fotografía".
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* La primera foto se titula "Autorretrato frente al armario" (2008).


NICANOR PARRA

."Autorretrato"

Considerad, muchachos,
Esta lengua roída por el cáncer:
Soy profesor en un liceo obscuro,
He perdido la voz haciendo clases.
(Después de todo o nada
Hago cuarenta horas semanales).
¿Qué les dice mi cara abofeteada?
¡Verdad que inspira lástima mirarme!
Y qué decís de esta nariz podrida
Por la cal de la tiza degradante.

En materia de ojos, a tres metros
No reconozco ni a mi propia madre.
¿Qué me sucede? -Nada.
Me los he arruinado haciendo clases:
La mala luz, el sol,
La venenosa luna miserable.
Y todo para qué,
Para ganar un pan imperdonable
Duro como la cara del burgués
Y con olor y con sabor a sangre.
¡Para qué hemos nacido como hombres
Si nos dan una muerte de animales!

Por el exceso de trabajo, a veces
Veo formas extrañas en el aire,
Oigo carreras locas,
Risas, conversaciones criminales.

Observad estas manos
Y estas mejillas blancas de cadáver,
Estos escasos pelos que me quedan,
¡Estas negras arrugas infernales!
Sin embargo yo fui tal como ustedes,
Joven, lleno de bellos ideales,
Soñé fundiendo el cobre
Y limando las caras del diamante:
Aquí me tienen hoy
Detrás de este mesón inconfortable
Embrutecido por el sonsonete
De las quinientas horas semanales.



Nicanor Parra Sandoval (San Fabián de Alico, 5 de septiembre de 1914) es un poeta chileno, considerado el creador de la antipoesía cuya obra ha tenido una profunda influencia en la literatura hispanoamericana. Es hermano de la cantante Violeta Parra, publicó en 1954 sus Poemas y antipoemas, uno de los libros más influyentes de la poesía en castellano durante la segunda mitad del siglo XX. Por el conjunto de su obra ha obtenido el Premio Juan Rulfo (1991) y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. En septiembre de 2010, días después de cumplir 96 años, comenzó una huelga de hambre en apoyo a la treintena de comuneros mapuche que ayunaban desde el 12 de julio del mismo año.


Autorretrato de NÉSTOR PONCE

Soy un hombre leyendo. Desde los ochos años, bajo cualquier circunstancia, en todo lugar. Me veo leyendo novelas de aventuras de la colección Robin Hood –tapa de cartón amarillo e ilustración acorde-, escondiéndome bajo las sabanas con una linterna y un libro abierto, después de que mis padres me pidieran que apagara la luz. Leo en una plaza, en un cuarto de hotel, en un tren, en un ómnibus, en un aeropuerto, en un barco, en una biblioteca. De pie, sentado, tumbado. A las seis de la mañana en un bar. Al mediodía en la terraza de un restaurante, a la noche a la luz de una vela. Mientras trabajo como vendedor en una tienda de camas y colchones. En un estadio de fútbol. En un automóvil. En la favela A Rocinha y en el Hotel Radisson de México D. F. ¿En qué ciudades he leído en los últimos doce meses? Buenos Aires, La Plata, París, Rennes, Saint-Jacques, Lyon, Marsella, Aix-en-Provence, Le Horps, Perpiñán, Boston, Nueva York, Lille, Villeneuve d’Ascq. He leído comiendo, cuidando a mis hijos, en el baño, en la computadora, tomando mate o café, cayendo en el sueño. He leído dormido. He leído soñando. También triste, preocupado, hastiado, y feliz, dicharachero, concentrado, de mal humor y muy cansado. En una época hacía jogging con un walkman, pero en lugar de música ponía cassettes de actores leyendo Agatha Christie, Marguerite Yourcenar, Colette. Leo el modo de empleo del papel higiénico en el baño, recetas de cocina, guías para el usuario, instrucciones para subir una escalera. Leo lo que tengo a mano, a vista de ojo. Aprendo malas palabras en baños públicos de Río de Janeiro, Berlín, Barcelona o Ámsterdam. Me compro libros en lenguas que no entiendo. Colecciono traducciones del Martín Fierro. Me peleo con amigos entrañables porque no nos gustan los mismos autores. Me desespero porque mis hijos no leen. Escribo resúmenes de novelas en la escuela primaria y les resumo las obras completas de Borges a mis estudiantes. Si veo que un colega ha dejado un libro dado vuelta en un escritorio, en medio de una reunión, no puedo evitar el darlo vuelta para leer el título. Visito ciudades maravillosas y siempre me encierro por lo menos una vez en una librería. Recorro estantes de majestuosas y de polvorientas bibliotecas públicas de barrio y de bibliotecas de, cuando visito a un amigo examino los libros alineados en salones, pasillos, cuartos de baño. Hurgo en revisteros. Duermo en casa de amigos, donde jamás abriría un cajón o el botiquín de primeros auxilios, pero me resulta imposible resistir a la tentación de estudiar los lomos de los libros, de hojear páginas de lenguas incomprensibles. Estoy escribiendo estas líneas y suena el teléfono a las 8h 05 para pedirme precisiones sobre mi dirección porque me llega un paquete de libros de México con mi última novela. Encuentro en librerías de viejo joyas de bibliófilo que dormían a la espera de que alguien las descubriera. Hago estadísticas mentales sobre el porcentaje de lectores rumbo al trabajo matinal en el métro de París, en el subte de Buenos Aires, en el metro de Madrid. Durante años me creí un bicho medio raro, un fenómeno extraño, pero con el tiempo me di cuenta que los lectores formamos parte de una sociedad secreta, de la que no se conoce el número exacto de miembros ni el grado de compromiso, cuyos miembros ignoran su mutua existencia –cuidado: tu vecino, tu futura novia, tu hijo y hasta tu peor enemigo pueden integrarla-, pero que están repartidos en los mil rincones del vasto mundo. Los libros me han hecho descubrir la magia de las palabras, la furiosa ternura de la imaginación y, sobre todo, me han enseñado a amar la vida, la verdadera.
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Néstor Ponce (Argentina, 1955) ha cultivado la novela, el cuento, la poesía y el ensayo. Con su primera novela, El intérprete (1998), obtuvo el premio del Fondo Nacional de las Artes de Argentina y está en curso de traducción al alemán. Una vaca ya pronto serás (2006), premio Internacional de Narrativa Siglo XXI de México, va a ser reeditada en octubre próximo por Arte y Literatura en Cuba. La bestia de las diagonales (1999) ha sido traducida al francés (2006). Y su última novela, Azote, apareció en el 2008 en México. El próximo año publicará en Argentina un libro de poemas, Desapariencia no engaña, y en francés su relato corto Tandil, la pierre mouvante, con fotografías de Martín Herralde. También ha trabajado como traductor y periodista. En la actualidad es catedrático de Literatura y Civilización Hispanoamericana en la Universidad de Rennes 2 (Francia), donde dirige el Laboratorio Interdisciplinario de Investigaciones sobre las Américas.


Se han seleccionado seis autorretratos literarios, cinco de ellos de escritores latinoamericanos y uno de ellos de un cineasta español.

  1. ¿Cuáles de ellos abundan en datos físicos?

  2. ¿Cuáles describen más rasgos morales y rasgos sicológicos?

  3. ¿Cuáles describen gustos y preferencias personales?

  4. ¿Quién cuenta hechos históricos en su propia vida?

  5. Hay autorretratos escritos en verso y otros en prosa. Ejemplifica en cada caso.

  6. Escritos en primera persona o en tercera persona. ¿Por ejemplo?

  7. Acentuando la función expresiva o la función apelativa del lenguaje. Pon un ejemplo para cada función.

  8. Algunos autorretratos se centran en una manía del escritor, otros en la profesión y el entorno social, otro en el diálogo interno, otro pretende ser una descripción objetiva. Puedes decir en qué se centra cada uno de los seis autorretratos?

  9. ¿Has pensado alguna vez en vos mismo como autor? Imaginate tu nombre en la tapa de un libro. ¿De qué trata ese libro? ¿Por qué lo escribiste?¿Quién te gustaría que lo leyera? ¿Qué más te gustaría escribir?

  10. Hacer un breve resumen de tu vida, o una memoria de un aspecto de tu vida.

  11. Hacé una lista de tres cosas que te gusten de vos mismo, y tres cosas que odies de vos mismo.

    Ej: No fumo, no bebo, soy amable con los ancianos.

    No sé bailar, soy haragán, soy orejón.

  1. Ahora reuní todo en un poema. Ej:

    Quizá no fume
    pero qué importa eso
    frente al hecho de que no sé bailar?

    Y quizá no beba,
    pero qué importa eso
    frente al hecho de que soy un haragán?

    En cambio,
    aunque sea orejón,
    ¿quién podría negar que
    soy amable con los ancianos?